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Grupo SENUBIO > Seguridad medioambiental


Línea 1. Estudio de la radiación ambiental. El Radón y sus descendientes.


Inicialmente las fuentes de radiación de origen natural eran consideradas como fuentes ambientales de radiación a las cuales todo el mundo estaba expuesto y que no era necesario controlar. Todos los esfuerzos de control, basados en las recomendaciones de la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) realizados a partir de los avances científicos de la comunidad internacional, solamente se dedicaban a las fuentes artificiales, es decir, al control de las dosis recibidas como consecuencia de la acción del hombre. Ahora bien, al descubrir que la contribución más importante a la dosis total de radiación recibida por el público en general es la debida a la radiación natural, y concretamente a la inhalación de los descendientes de vida media corta del Radón, ha hecho que aumente la sensibilidad en la comunidad científica y de la sociedad en general delante del problema del Radón.


El Radón, un gas noble que proviene de la desintegración radiactiva del uranio y del radio presenta una vida media de 3.08 días. Durante este periodo, es transportado desde su fuente de origen (suelo, agua, materiales de construcción) hasta difundirse en el aire, por quien presenta una gran afinidad. La peligrosidad del Radón reside en dos de sus descendientes, el Polonio-218 y el Polonio-214. Ambos partículas sólidas que se adhieren a los aerosoles y demás partículas presentes en el ambiente. Durante el proceso de respiración, tanto el Radón como sus descendientes son inhalados por el cuerpo humano y, una vez en su interior, estas partículas se depositan en las paredes del sistema respiratorio. Durante el periodo de desintegración, siguen emitiendo partículas alfa de elevada energía que dañan el tejido pulmonar produciendo daño biológico importante. En 1986, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó al Radón como elemento cancerígeno. De aquí se deriva la necesidad del desarrollo de modelos de dosimetría interna.


En el año 1996 el Consejo de la Unión Europea (CEU) presentaba una directiva con los estándares de seguridad básica para la protección de la salud de los trabajadores y de los miembros del público en general contra los daños debidos a las radiaciones ionizantes, con un capítulo dedicado a las fuentes naturales de radiación. En concreto obligaba a los miembros de la UE a identificar aquellas actividades donde los trabajadores y los miembros del público en general pueden tener un incremento significativo de exposición debido a la inhalación de descendientes del Radón y el Torio o la radiación gamma que no pueden menospreciarse desde el punto de vista de la protección radiológica.


Por otro lado, en relación a las aguas de consumo la CEC recomendaba, en 2001, llevar a cabo medidas del nivel de Radón en aguas subterráneas procedentes de diferentes fuentes y pozos en las diferentes áreas geológicas que estuvieran destinadas al consumo humano, con el fin de determinar la escala y naturaleza de las exposiciones a las que podía estar expuesta la población consumidora.


En cuanto a la legislación española, recientemente el CSN (Consejo de Seguridad Nuclear) ha publicado la Instrucción IS-33 sobre los criterios radiológicos para la exposición a la radiación natural (CSN, 2012). En ella se determinan los límites de referencia para los trabajadores en términos de dosis efectivas y de concentración del Radón y se establece la obligación de adoptar medidas correctoras o dispositivos de vigilancia en el caso de que superen los límites.


En esta línea de I+D+i se plantea el estudio de las fuentes de radiación de origen natural, como es el Radón y sus descendientes, y por tanto, investigar y aportar soluciones en la problemática asociada al Radón. Por consiguiente, el desarrollo de modelos de dosimetría interna para el Radón y sus hijos es muy importante.


Por lo tanto, se trata de una línea de I+D+i de caracterización de la radiación ionizante in-situ y tiempo real. Entre las aplicaciones de esta línea de investigación está el análisis y propuesta de soluciones de la medición de concentración Radón en diferentes entornos como la industria cerámica, plantas de tratamiento de aguas residuales, metro, cuevas, balnearios y plantas potabilizadoras, así como la caracterización de radiación ionizante en otros entornos industriales. Con la instrumentación necesaria, se podrá determinar in situ los niveles de Radón en aire y agua, y determinar el factor de equilibrio para el posterior cálculo de dosis efectiva de los trabajadores de una forma más exacta.


 



Línea 2. Desarrollo de ecuaciones y algoritmos para el cálculo de la dispersión de contaminantes atmosféricos


Estudio y desarrollo de ecuaciones y algoritmos para el cálculo de la dispersión de contaminantes atmosféricos en sistemas físicos reales. En esta línea se realiza un estudio y comprobación del funcionamiento de los distintos códigos de cálculo de comportamiento atmosférico, y de los procesos de dispersión que tienen lugar en su interior. Varios son los modelos con los que se trabaja actualmente y también varios los objetivos concretos que se buscan. Principalmente destacan dos puntos. En primer lugar el estudio de dispersión de contaminantes desde fuentes puntuales, adaptando el modelo al entorno en el que se encuentre la fuente, tanto por sus condiciones climáticas como orográficas. Por otra parte la adopción de criterios para la determinación de la altura de chimenea adecuada para optimizar la dispersión de la emisión.


 


 

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